Barahona, R. D. – A la edad de 87 años, el obispo emérito de la Diócesis de Barahona y gran canciller emérito de la Universidad Católica Tecnológica de Barahona (UCATEBA), Monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez, conocido cariñosamente como “Fello”, permanece en condición crítica luego de sufrir un accidente cerebrovascular la noche del pasado domingo.
El prelado, quien residía actualmente en el Seminario San Pío X, ubicado en Licey al Medio, fue trasladado de emergencia a la Clínica Corominas, en Santiago de los Caballeros, donde continúa ingresado bajo estrictos cuidados médicos.
Su cuadro se complicó al confirmarse una trombosis, lo que ha generado especial preocupación en la comunidad católica del sur del país.
La diócesis ha llamado a la población a mantenerse en oración por su recuperación, exhortando a la feligresía de Barahona, Pedernales, Bahoruco e Independencia a unirse en fe y esperanza frente a la delicada situación del obispo emérito.
Una vida de servicio pastoral y académico
Nacido el 12 de septiembre de 1938, en El Coco, Villa Tapia, provincia Hermanas Mirabal, Monseñor Rafael Felipe Núñez es una de las figuras más influyentes de la Iglesia Católica en la región sur.
Ingresó al Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino en 1952, donde realizó su formación filosófica y teológica.
Fue ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1965 en la Catedral Primada de América, en el contexto del IV Congreso Mariológico y Mariano Internacional, incardinándose en la Diócesis de Santiago de los Caballeros.
Segundo obispo de Barahona y Gran Canciller de UCATEBA
El 7 de diciembre de 1999, el papa Juan Pablo II lo nombró segundo obispo de la Diócesis de Barahona, recibiendo la consagración episcopal el 22 de enero de 2000.
Con su designación pasó también a ejercer el rol de Gran Canciller de UCATEBA, responsabilidad asignada al obispo diocesano, desde donde impulsó el fortalecimiento académico e institucional de la universidad.
Su legado en UCATEBA se caracteriza por la promoción de una educación superior centrada en los valores cristianos, la formación integral y el desarrollo regional.
Servicio a la Iglesia más allá de su diócesis
Tras la aceptación de su renuncia por parte del papa Francisco el 23 de febrero de 2015, se convirtió en obispo emérito. Sin embargo, su servicio continuó: el 10 de septiembre de 2016, fue designado Administrador Apostólico Sede Vacante de la Diócesis de San Pedro de Macorís, función que desempeñó hasta la designación del nuevo obispo, Monseñor Santiago Rodríguez Rodríguez.


